El Sindicato de Estudiantes convoco lo días 26 y 27 de marzo una huelga general de la enseñanza para exigir la retirada de la Lomce, la dimisión del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, y para pedir la gratuidad de matrículas y libros de texto, así como la readmisión de 50.000 profesores. «No entendemos por qué no se puede seguir luchando contra la Lomce aunque ya está aprobada», ha afirmado la secretaria general de la organización, Ana García, que ha dicho que hay que seguir apostando por la «marea verde» para obtener el resultado que logró la «marea blanca» logró en defensa de la sanidad pública.
García ha criticado la actitud que, durante los últimos cuatro meses, han tenido los dirigentes de las Federaciones de Enseñanza de CC.OO, UGT y STES-I, así como de la Confederación Estatal de Padres y Madres de Alumnos de la Escuela Pública (CEAPA) por no secundar ninguna de sus propuestas de movilización. «Lo deseable sería salir todos juntos, pero han decidido seguir parados ante la lluvia de ataques a la enseñanza pública.
Conclusión:
No veo bien lo que están y quieren seguir haciendo con nosotros los estudiantes, y esto se debería parar porque cada vez va a ir mas lejos y al final no vamos a poder estudiar.
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